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Escribo este Boletín desde el salón de mi casa, intentando aislarme con música suave de videojuegos “para estudiar”, y con el final de Inside Out en la tele (ay :’( ). Piscis season, baby!

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Tanto fuera como dentro

Termino el año astrológico intentando sacar fuerzas de las migajas que me quedan en la despensa. Algún año aprenderé a gestionarme para no estar así al final del trimestre (pero ese año no es éste, desde luego).

Este último mes ha estado lleno de esfuerzos conscientes para volver a una práctica mágica (a ver, “lleno” igual es una palabra muy grande. Lo he intentado, vale?). Fui a un encuentro muy guay de tarot y cerámica con las genias de Sol Gaschetto y Pau Sartor, y lo disfruté un montón. Aprovecho los momentos en que me noto con mucho estrés o con ansiedad para encender una vela y meditar 5min (con las meditaciones temáticas de Luchiana, que son una maravilla)… y pregunto a las cartas para mensajes cortos y contundentes, más que para lecturas extensas.

Tengo que decir que me he dejado las lecturas más extensas para hacerlas con otra gente (muy escogida, es decir, tenemos que haber compartido cervezas antes como mínimo), y me he sentido muy cómoda y muy a gusto. Veremos.

Tengo la sensación de que voy a llegar a Semana Santa vacía. ¿Tú cómo recuperas fuerzas cuando no te apetece ni moverte?

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Tanto arriba como abajo

La luna nueva en Piscis es la última luna del año astrológico, el final del viaje del zodiaco, y se nota. Hay un ambiente de despedida, de salir de la noche que nos ha envuelto estos meses. Piscis echa una última mirada a nuestro mundo onírico para ofrecernos un cierre antes del despertar. La primera luna llena de la primavera cae, como siempre, en Semana Santa (lunes 25), y es el pistoletazo de salida para mutar y, al fin, florecer.

Se espabila la cosa con Mercurio pasando a Aries. Conversación a veces demasiado directa, y ganas de discutir. Igual tienes que recordar lo que es una discusión (diferencia de opiniones) y que hay cosas que no se discuten (cosas que no son opiniones).

Por último, Venus entra en Piscis, y vamos a procesar todo lo que estamos viviendo por dentro de una forma mucho más tangible: Venus quiere que tu vida se llene de cosas bellas, y en este caso bello significa trascendental, etéreo y, sobre todo, mágico. Yoga, meditación, sonidos relajantes, plantas lustrosas… y brillibrilli.

Semillas a plantar:

• Intenta recordar, o apunta, los sueños de estos días. Esta luna nueva viene fuerte.
• Piensa antes de entrar al trapo. Hay cosas que no se discuten, y discusiones que no llevan a nada. Controla tu energía, y haz nota interna sobre la situación: a veces, lo mejor es ser consciente de la persona con quien estás hablando, y adaptar tu comportamiento para no quemarte.
• Déjate seducir por el lado unicornio de la vida. Yo hoy he llevado unas gafas rosas a clase (si no puedes ver la vida de color de rosa, store bought is fine). No cuestiones las cosas que te parecen bonitas por el qué dirán.

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Tanto antes como ahora (como luego)

Vamos a volver a nuestros orígenes con una de mis barajas favoritas, que no necesita presentación. Te presento el Compendio de Constelaciones, de Black and the Moon.

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Esta baraja funciona muy bien para cerrar tiradas, o para consejos rápidos. Podemos sacar varias cartas y crear un consejo a partir de ellas, como en este caso.

“Con apoyo, podemos darle forma al amor”. El Escultor nos habla de manipulación, como se manipula un bloque de arcilla para darle forma.

Implica también que el amor es algo que se hace, que implica trabajo, pero el trabajo es algo disfrutable y creativo. Nos frustra a veces, pero no es la arcilla (el amor) en sí lo frustrante, sino la idea que tenemos en la cabeza de cómo debería ser, que no se termina de transmitir a la realidad.

Por último, ese apoyo nos ayuda con ese amor rebelde que no tiene la forma que nos gustaría. Con apoyo podemos crear piezas más grandes, tener ideas mejores, y salir de la rueda de hámster del sobrepensar que tenemos en nuestra cabeza.

Deja que te ayuden a dar forma al amor. Deja que sea una creación colaborativa, que te traiga alguien algo de beber mientras trabajas, que otra persona influya en tu proyecto para que ese proyecto sea mejor de lo que podrías haberlo hecho sin ayuda. Y acéptalo como lo que es: una historia conjunta.

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Ánimo con este fin de año, Reader. Espérame al otro lado.

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