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Vale, si has mirado al cielo estos días te habrás dado cuenta de que no sólo se me ha pasado la luna nueva un par de días, sino que hemos llegado a la luna llena en Géminis tan a gusto. Así que el penúltimo boletín del año es una edición especial de luna llena, yeah!

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Tanto fuera como dentro

En esta casa se observan los ciclos astrales con interés, como ya sabes, y el ciclo más famoso en redes es, definitivamente, Mercurio retrógrado. Que acabó ayer domingo 15.

Estas fechas ya son complicadas de por sí, yo he tenido fines de semana trepidantes con los que no podía contar para trabajar… y al querer hacerlo todo se me han quedado cosas en el tintero (como esta cita mensual nuestra). El caso es que ni tan mal: he corregido y puesto notas con tiempo suficiente como para tener tiempo de reacción (alguna errata ha habido, y alguna movida de última hora con la plataforma de aprendizaje también, pero me he podido recuperar), está todo revisado y recogidito, y bueno, me las prometía muy felices… pero, como dicen, hasta el rabo todo es toro, cari.

Fuimos de boda (modo VIP) el sábado y, aunque lo que es en la boda todo fue perfecto (qué bonito, qué llorera), al intentar volver el coche no arrancaba, y nos dejó tirados en la sierra de noche. Afortunadamente, no fue al ir a la boda (que habría sido un desastre), y todo se arregló al día siguiente en el taller. Ay, Mercurio querido, cuántos quebraderos de cabeza…

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Tanto arriba como abajo

Si las lunas nuevas son momentos de plantar semillas, las lunas llenas son momentos de recogerlas. En este caso, como la luna llena es en Géminis (el opuesto a Sagitario en la rueda zodiacal), la cosecha que recogeremos es la que plantamos allá por junio, en la luna nueva en Géminis.

También tenemos Marte retrógrado en Leo, algo que pasa cada dos años más o menos. Empezó su retrogradación en Leo el 6 de diciembre y pasará a Cáncer dentro de poco, ya que esto durará hasta finales de febrero. Si el planeta del impulso y las ganas está retrógrado, ya podemos ver que las cosas nos va a parecer que van lentas, que no salen tan rápido como nos gustaría, y que nos dejamos afectar más de lo que deberíamos por la actitud de la gente que nos rodea. Si además esto está pasando en Leo, probablemente sintamos que tenemos que reafirmarnos en entornos en los que percibimos que no se nos aprecia. Cuando pase a Cáncer, a principios de enero, notaremos que nos cuesta más mantener límites que teníamos ya establecidos.

A todo esto, la luna llena en Géminis ha estado en conjunción con Júpiter, que todo lo hace más grande y más espectacular, así que eso que puedes recoger y dejar de cultivar probablemente haya dado sus frutos con creces. Déjalo ir, ya es suficiente.

Cosecha a recoger:

• Piensa en qué estabas haciendo en junio de este año, qué respuestas habías encontrado y qué preguntas nuevas han generado. ¿Cómo te conoces mejor? ¿De qué maneras entiendes el mundo un poco más?
• Mide tu respuesta. Es decir, cuando te infravaloren o te hagan de menos, responde de forma proporcionada. A quien te está faltando al respeto le parecerá que es demasiado, de todas formas, pero tú tendrás la conciencia tranquila.
• Refuerza tus límites. Estas fechas son agotadoras en muchos sentidos, pero sobre todo en el social. Planifica rutas de escape, resérvate días Ermitaño, y cuídate mucho.

Ánimo, Reader. Si hay que hibernar, se hiberna.

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Tanto antes como ahora (como luego)

En un mercadillo navideño me encontró este oráculo, y la verdad es que me apetecía darle una oportunidad para esta penúltima tirada del año. Te presento el Oráculo de las Diosas, Dioses y Guardianes, de Sophie Bashford. ¿Qué tiene que contarnos?

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Tlazoltéotl es a la vez la diosa de la lujuria y de la procreación, la que trae la locura y la que proporciona la medicina. Entiende que el ser implica suciedad, complicación y dolor, y entiende también que tenemos que pasar por eso para crecer. Por eso, Tlazoltéotl perdona y cura, y te permite aprender de tus errores, y aceptar tu pasado.

Nemetona te recuerda que eres tu propio espacio seguro. Este espacio es sagrado, y hay que tratarlo como tal. Eres responsable de tu propio santuario, y esto implica no sólo tu propio cuerpo y tu propia mente, sino también el lugar donde habitas. Haz de tu santuario un sitio donde puedas recogerte y recuperarte.

Kali Ma destruye, sin paños calientes. Es la Torre personificada: destruye lo que no debe estar ahí, lo superfluo, lo inútil que tiene valor sólo porque nos hemos empeñado en que lo tenga, y deja la tierra vacía y fértil para poder plantar la Verdad.

Las cosas van a cambiar, y para eso tienes que cambiar tú primero. Tlazoltéotl te va a preparar para bajar a lo más oscuro, que entres en contacto con tu sombra más oculta, y la vivas como se merece. Y Kali Ma sólo quiere ver el mundo arder. En este caos, Nemetona te ofrece cobijo, para que te encuentres cuando pienses que todo está perdido y puedas salir con tu yo más auténtico brillando fuerte.

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Nos espera la traca final. Nos vemos antes de que acabe el año, Reader. Por esta vez, te espero en este lado, para que crucemos de la mano.

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