​

Me pilla esta luna nueva trabajando en la edición de verano de los 78 Maníacos. Se nos vienen encima unas semanas reflexivas cósmicamente hablando, así que vamos a ver qué pasa y cómo podemos gestionarlo.

​

Tanto dentro como fuera

Al terminar el curso escolar me he dado cuenta de que estaba más cansada de lo que creía. Miré mis planes de reojo y me di cuenta de que, o reservaba tiempo para no hacer nada (que se me ha olvidado ya cómo se siente eso), o iba a petar más pronto que tarde. Así que he hecho una planificación veraniega en la que se respetan los tiempos que estoy fuera (nada de llevarme el portátil de vacaciones!) y el resto del tiempo está estimado con manga ancha. ¿Me va a dar tiempo a hacer todo lo que quiero hacer? Por supuesto que no. ¿Sobreviviré? Lo más probable.

Después de tanto tiempo con un ritmo impuesto de forma externa, necesito parar para recordar mis ritmos internos.

Así que he estado en Londres, en un viaje de chicas increíble (el primero, espero, de muchos), y lo he disfrutado como hacía un montón que no lo hacía. Y luego he podido escaparme a la playa, y también ha sido tranquilo y reparador. He decidido, este año, hacer diarios de viaje para obligarme a estar presente realmente, y para esto he desempolvado uno de mis cacharritos favoritos, mi impresora de fotos portátil. Con esto al menos me acuerdo de hacer fotos, que normalmente ni eso (tampoco es infalible, pero voy mejorando).

Además, en mi línea de parar y disfrutar y ya, he visto Barbie (al fin), he leído un par de libros (¡no te rías! hacía mucho que no me sentaba a leer ficción porque sí), y justo ayer empecé un juegazo que me está gustando mucho.

¿Y tú? ¿Cómo registras tus vacaciones? ¿Eres de hacer álbumes privados, de compartir fotos en redes, de quedarte con una cosita que te recuerde esos días? ¿Has hecho un diario de viaje alguna vez? ¡Me encantaría verlo!

​

​

Tanto arriba como abajo

La luna nueva en Leo viene con una cohorte de planetas retrógrados. Efectivamente: hablamos de que Venus se unía a esta tendencia en el anterior boletín, lo que nos daba ya un aire reflexivo y de bajar revoluciones para este verano. Venus tiene un viaje retrógrado de 40 días y 40 noches, que es lo que tarda en volver a su condición de lucero del alba. Este viaje recuerda al viaje al Inframundo de Ishtar, en el que se desnuda al atravesar cada puerta para ver a su hermana, Ereshkigal. Lo que se nos olvida, a veces, es que antes de volver al mundo recuperó todas sus ropas: llegar a la vulnerabilidad hace que podamos distinguir entre nuestra esencia y las capas que nos ponemos para protegerla. Vestirnos después es más consciente, más intencional.

A la fiesta retrógrada se une Mercurio, así que a partir del día 23 tendremos siete planetas pidiéndonos que por favor paremos de una vez y pensemos en lo que estamos haciendo. O, más bien, reflejando la necesidad de ser más conscientes de nuestro rol en nuestra propia vida y en el ecosistema al que pertenecemos. Al final, la astrología es un reflejo.

Consejos y semillas para esta luna nueva:

• Tómate los siete retrógrados como las siete puertas que Ishtar tiene que cruzar para bajar al Inframundo. En cada una deja una prenda, una parte de tu armadura. No te olvides de la regla de Mercurio retro: reflexionar, revisar, reevaluar. Es el mejor momento para empezar a meditar.
• La luna nueva en Leo te deja ver la luz que tienes en tu interior. El problema es… que para eso tienes que quitarte las capas que la esconden.

Buena suerte con la muda de piel, Reader.

​

Tanto antes como ahora (como luego)

Hoy traigo una sorpresa. Mi tía, que vive en el pueblo playero donde hemos pasado unos días, me ha regalado un tarot que se encontró (completo) en la calle. Así que, después de una buena limpieza energética y de un par de pruebas, estoy lista para compartirlo contigo. Te presento el Tarot Balbi.

​

Ahhh, te veo venir (ese caballero de espadas te delata): te estás lanzando a este reto con la mente clara y las ganas de acabar con esto, de poner tu expertise en la gestión de emociones a prueba y superar este reto para seguir con tu vida. Además, el seis de bastos lo dice, no? Éxito, ganar la batalla, el sol saliendo y los laureles ahí victoriosos. Esto está hecho.

Cariño. A ver. Si esto fuera así de fácil no estaríamos teniendo esta conversación. No me entiendas mal: aprecio el ánimo y el empuje que traes, pero el objetivo es el problema. Estás tirando de motivación extrínseca para moverte, y todo lo extrínseco (lo externo) nos sobra. Siéntate contigo. Haz cosas para ti, pero no cosas útiles. Haz cosas que no sirvan para nada. Que te hagan sentir bien, que te gusten, que sean bonitas, que si alguien te pregunta “¿por qué?”, la única respuesta sea “porque sí”. Pierde el tiempo, y perdiendo el tiempo encontrarás la espada. Cuando la encuentres, sabrás qué necesitas cortar con ella para llegar a ese amanecer… que a lo mejor es diferente al que tienes en mente ahora mismo.

​

​

Ya me contarás. Te veo al otro lado.

​

​

​