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Ya estoy, ya estoy… Entre días libres, eventos históricos, y virus estomacales, mi aterrizaje en la temporada de Tauro está siendo tremendo. Esto es lo que pasa cuando nos hemos hecho al ritmo de los planetas retrógrados y de repente se ponen todos directos en la misma semana (y encima en Aries, con el brío que trae). Echemos un vistazo al espejo cósmico, a ver qué dice.

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Tanto dentro como fuera

La luna nueva en Tauro entró, para que todo el mundo se enterara, con un apagón que nos dejó sin electricidad durante, en mi caso, unas 10h. Nada como enfrentarte a una cosa así para hacer una revisión de lo que tienes de la forma más literal: agua, despensa, y el walkman con radio que te regalaron por la comunión que engancha las cintas pero las noticias las oyes. Los siguientes días se los pasaron hablando de la mochila de 72h y de los survivalistas con actitud de superioridad por comer caliente.

Por mi parte, me hizo gracia descubrir que, ante un apocalipsis de este tipo, soy el tipo de persona a la que encontrarías en el bar (Shaun of the Dead, siempre relevante). Comimos allí, pasamos la tarde en el parque enterándonos de oídas por lo que iba pasando, y cuando empezó a anochecer subimos a casa (que tiene suficientes escaleras como para hacer estrategia para subir una sola vez).

Por lo demás, tengo la sensación de que están pasando muchas cosas, tanto a gran como a pequeña escala, y que el tiempo no da para que pasen tantas, así que se está incrustando todo en un calendario que ya no tiene más minutos disponibles. O sea, que está pasando como todo muy deprisa menos el tiempo. No sé si tiene sentido esto. En fin.

(de hecho, si este Boletín no tiene sentido, es porque he tardado varios días en terminarlo, en huecos que he ido encontrando. Gracias por entenderlo!).

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Tanto arriba como abajo

En esta temporada tenemos mucha energía en signos de fuego (Venus, Neptuno y Mercurio están en Aries, Saturno casi, y Marte está en Leo) y también en signos de aire (Plutón, que ya está bien instalado en Acuario, y Júpiter el Amplificador en Géminis). O sea, que estamos muy en nuestra cabeza, y reaccionando ante lo que nos rodea, en lugar de responder. Nos falta tomar tierra.

Para esto, la recomendación es, literalmente, tomar tierra. Sal a dar un paseo, vete a leer a un parque, abraza un árbol… el contacto con la naturaleza nos va a ayudar a volver a nuestro centro. Plantar cosas también viene bien. Buscar la tierra que nos falta estos días, y celebrar la temporada de Tauro como se merece.

Esta luna llena en Escorpio, además, viene fuerte. Ha estado en oposición a Urano, lo que trae innovación, y nos empuja a hacer ese cambio que hemos estado procrastinando con lo mundano. Vamos a tener que dar un salto de fe y confiar en que el universo nos sostenga. Urano y el Sol también estarán en conjunción dentro de poco (el sábado 17), iluminando el cambio que tenemos que hacer, el salto que tenemos que dar, para que nuestra vida evolucione.

Las plantas que podar (más que semillas que plantar) se centran en:

• encontrar nuestra estabilidad. Estas semanas tenemos que buscar el ojo del huracán de caos que tenemos alrededor, responder en lugar de reaccionar, y controlar nuestro ego y nuestra ira. Agradecería trucos para esto. ¿Cómo lo haces tú? Cuando sientes que se te va a ir el control, ¿cómo lo manejas para volver a la calma?
• escuchar a nuestra intuición. Se viene un cambio que llevas barruntando un tiempo, y va a llegar aunque creas que no tienes tus cosas en orden (las tienes). Abre bien los ojos para ver cuándo llega, para ver cuándo tienes que saltar y qué tienes que dejar atrás en ese salto.

Vivimos en tiempos interesantes, Reader. Mucho ánimo con este caos, y recuerda reservarte un huequito para ti.

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Tanto antes como ahora (como luego)

Con tanta confusión hay que agarrarse a las cosas que conocemos, a lo que sabemos, y para esta edición he elegido una baraja que me ayuda con lo de tomar tierra: el Tarot of the Divine. Frente a la locura, las historias, la memoria entrelazada en los cuentos, nos da un camino a seguir (también lo he elegido porque el cumpleaños de una de las personas que me lo regaló es precisamente hoy, y es una forma de tenerla en mi mente y desearle magia pura y bonita).

Lo voy a complementar con el Oráculo del Beltane, de la colección de Estaciones de la Bruja. No sólo porque Beltane fue el 1 de mayo, y esto nos conecta a los ritmos naturales (que es otra cosa que sabemos), sino porque lo compré el año pasado por estas fechas, en un viaje precioso para una boda muy especial. De nuevo, la memoria. A ver qué nos cuentan las cartas:

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La Sacerdotisa ha saltado del mazo mientras barajaba, llamando la atención sobre la importancia de estar, de sentarte y encontrarte. Scheherezade cuenta cuentos, da respuestas enigmáticas, y nos empuja a buscar el significado de esas respuestas mediante la intuición.

La rodea energía infantil. La Sota de copas y la Sota de espadas nos piden que nos olvidemos un poco del ego y de la madurez, porque ahora mismo sólo nos lastrarían. Lo que necesitamos es la pasión y el descubrimiento en los ojos de un niño: descubrir y aceptar, sin condiciones, lo que nos enamora, lo que nos tendría horas investigando, lo que nos haría hablar con fascinación y sin filtro. La adultez te sirve para muchas cosas, pero son capas que tenemos que quitarnos para encontrar lo que nos espera.

El Oráculo nos brinda un Hechizo de Amor. El Universo está esperando para hacer realidad nuestro sueño, pero para eso tenemos que saber cuál es ese sueño. Y, por eso, la pregunta más importante de esta tirada, de este Boletín, de esta temporada, es: ¿qué quieres?

No va a ser fácil, Reader, pero va a merecer la pena. ¿Saltamos?

Te espero al otro lado.

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